Se habla mucho sobre el cultivo de salmón en tierra por estos días, como si la acuicultura en tierra fuera una nueva invención. De hecho, la acuicultura en tierra se ha practicado durante más de mil años y ha estado dominando la acuicultura hasta hace poco.

Si echamos un vistazo a las cifras de producción para 2018, presentadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un total del 48 por ciento de la producción total proviene de la acuicultura de agua dulce, lo que significa principalmente el cultivo en tierra.

Durante mucho tiempo, hubo poco desarrollo tecnológico en el cultivo en la tierra. El cultivo de camarón nos aportó nuevos conocimientos sobre la circulación y oxigenación del agua, así como la prevención de enfermedades; sin embargo, en el cultivo de peces, la mayoría de las operaciones han estado dominadas por tecnología antigua.

En la actualidad, vemos un panorama bastante diferente, ya que los productores de salmón se están trasladando a la tierra. El cultivo de salmón en mar abierto le ha dado a la industria un desarrollo tecnológico masivo, y la nueva tendencia del cultivo de salmón en tierra parece abrir el campo para un desarrollo similar en tierra; esta es, al menos, la impresión que obtenemos al escanear a través de la prensa acuícola.

El enfoque actual de la piscicultura en tierra de alta tecnología está estrechamente relacionado con el conocimiento científico y con la necesidad de investigación y la Revista International Aquafeed es un testimonio de esto. Aunque nuestro enfoque principal es en los alimentos y la tecnología de alimentación, también escribimos cada vez más sobre la tecnología de cultivo de peces en general, con buenas razones.

Para tener éxito en la acuicultura, debemos conocer íntimamente toda la cadena de valor. Debemos comprender los vínculos entre los distintos pasos a lo largo de la cadena de valor, y debemos comprender cómo las condiciones en una parte de la cadena pueden influir en las condiciones en otras partes. Para comprender esto, debemos estudiarlo. Necesitamos la ciencia de la acuicultura para mejorar.

Aunque el cultivo de salmón en tierra está muy en el viento en la actualidad, creo que todavía tiene un largo camino por recorrer. Los acontecimientos recientes han demostrado que hay que estar preparado para las sorpresas; la súbita matanza de emergencia de Atlantic Sapphire de 200.000 salmones en su planta de Florida es un ejemplo de ello.

Aunque la compañía todavía está investigando qué pudo haber causado los problemas, parece que una de las razones puede ser que el progreso se estaba presionando demasiado, ya que la construcción de la planta se estaba llevando a cabo mientras se cultivaban los peces y el ruido y la vibración pueden haber estresado a los peces.

Entonces, tal vez esto indique que debemos dejar que el desarrollo tecnológico se tome su tiempo. Las tecnologías a medias pueden causar más problemas que ninguna tecnología. Además, debemos prestar atención a externalidades como el entorno físico, no solo en la propia planta, sino también en el entorno circundante.

Otra lección del incidente de Florida es que los errores tecnológicos pueden tener graves efectos en el mercado. Aunque la cantidad total de pescado sacrificado fue de sólo 200.000 o unas 400 toneladas, el incidente provocó que las acciones de la empresa cayeran en la bolsa de valores.

Estamos viendo una situación similar en el caso del COVID-19; Rusia afirma haber desarrollado una vacuna exitosa, pero la comunidad médica se pregunta: ¿se ha probado adecuadamente? ¿Se ha desarrollado la tecnología de acuerdo con los estrictos estándares? En acuicultura, también debemos prestar atención a esto. Debemos involucrarnos en la investigación científica como base para nuestra tecnología, pero también debemos hacer el trabajo correctamente. No hay atajos.

Autor: Erik Hempel  - Nor Fishing

Fuente: International Aquafeed